Mi nombre es Melania Hernandez, soy mama de Antonella, venezolana y llegue a Upita en septiembre de 2018. Sin conocidos que me recomendaran Jardines infantiles, mi hallazgo de encontrar un Jardín como Upita es de mérito propio, empecé filtrando los jardines en la zona que quería, y luego empecé a filtrar por los que tuvieran ROL Junji, visité jardín a jardín y ninguno se adecuaba a lo que yo estaba buscando para mi bebe, con ninguno hacia clic, hasta que llegué a Upita, a penas entre supe “este es”. Lo mas importante, su recurso humano, las tías son amables, se les nota contentas en Upita, y personal feliz hace mejor su trabajo. 

Otro punto importante, tienen reglamentos y políticas, para todo. Para evacuación en caso de emergencias, de sismo, de incendio etc. Tienen reglas claras para el proceso de adaptación, para la hora del cambio de muda (para mi super importante) entre otros. 

Tienen actividades diarias, que desarrollan y estimulan su crecimiento y creatividad. Esto para mi es super clave, NO tenían pantalla, todos los jardines que había visitado tenían pantallas de tv.

Otro plus de Upita que me encanto, es que tienen cámaras, a las cuales uno puede acceder en cualquier momento y ver que hace tu hijo, eso es tan bonito, saber que ellos saben que hacen tan bien su trabajo que no tienen temor a ser monitoreadas, por las muchas mamas y papas que podemos estar observando.

Su método contención, de amor y respeto por los niños es innegable y no podría dejar a mi hija, mi mayor tesoro, en mejores manos. Algo que me llamo la atención en diciembre es ver como la directora del jardín Leslie, al despedir a los niños que ya dejaban atrás upita para ir ahora a la escuela, se la aguaban los ojos, pensé: “esto no lo hace únicamente por lucrarse, aquí pone todo su corazón”.

Espero siempre poder contar con los recursos para poder enviar a mi hija a este maravilloso jardín en el cual, como mano derecha, me ayudan en la crianza y desarrollo de un ser humano. Es una familia más que un jardín cualquiera.

Gracias Upita