Lenguaje en los niños pequeños: explosión los primeros años de vida
Desde mucho antes de estar embarazadas nos imaginamos en el rol de madre y por supuesto nos imaginamos dando lo mejor. Es así como muchas veces nos adelantamos a lo que nuestros hijos quieren o necesitan. ¿Les ha pasado que sin que nuestros hijos pidan agua, ellos ya tienen lista su botella de agua fresca?
Esto en algunas ocasiones, hace que nuestro hijo o hija no necesite hablar. El lenguaje nace de la necesidad, si no tienen necesidad es más difícil que se esfuercen y por tanto se den a entender.
¿Cómo fomentar el lenguaje en los niños pequeños?
Para favorecer el lenguaje de los niños pequeños, debemos de forma constante hablarles y mirarlos a los ojos, tratando de que ellos vayan progresivamente comprendiendo lo que les queremos transmitir (lenguaje comprensivo).
Será de suma relevancia hablarles de forma correcta (lenguaje expresivo). Es verdad que resulta muy tierno cuando hablan como guaguas, sin embargo, aunque ellos hablen como guaguas nosotros repetiremos lo que han dicho de forma correcta para enseñarles. Ejemplo: «Mamá papis», ¿Hija quieres que mire el lápiz? Esto lo haremos evitando corregirlos demasiado, la idea es no inhibirlos, es motivarlos a cada vez repetir más palabras.
Tiempo: necesario para la interacción y para favorecer el lenguaje
Para favorecer el lenguaje es necesario generar espacios de interacción en donde prime el lenguaje expresivo y las explicaciones.
El lenguaje expresivo comienza o se espera en promedio a los dos años de edad, por eso, en páginas como www.crececontigo.gob.cl aparecen actividades a partir de esa edad. Eso no significa que antes no podamos favorecer el desarrollo de esta importante capacidad.
¿Cómo fomentar el lenguaje en los bebés?
Podemos potenciar el lenguaje de las guaguas con las famosas onomatopeyas. Una onomatopeya es una palabra formada por imitación de un sonido, ruido o incluso un fenómeno visual, con el que también está vinculada semánticamente. Por ejemplo: si vemos la foto de una vaca, le podemos decir a nuestro hijo: esa es una vaca y hace muuuuu. Podemos imitar además del ruido de los animales, que es lo más típico, los ruidos como el viento o la lluvia. Podemos sumar ruidos de objetos musicales, transportes e incluso las emociones: la alegría con el ruido de la risa y la pena con el sonido del llanto. Será relevante que siempre acompañemos el ruido con el nombre al que está asociado.
¿Cómo favorecer el lenguaje en los niños entre los 2 y los 4 años?
En la página www.crececontigo.gob podemos encontrar muchas sugerencias de cómo estimular el lenguaje en esta etapa. Aquí les dejo algunas de las sugerencias que ahí aparecen:
- Realizar un “baño de palabras”: Convérsale constantemente a tu niño(a) sobre las cosas que realizas y sobre el entorno en el que se encuentran (por ejemplo; “mira, estoy haciéndote la papa, mira qué rica va a quedar…”, etc.). Nombra constantemente las cosas cercanas a tu niño(a), muéstraselas, etc.
- Comenta también sobre lo que tu niño(a) está haciendo (por ejemplo, “mira, estás tomando la papa”, “uy, mira cómo estás moviendo tus brazos…”; etc.).
- Cuando interactúes con tu niño(a), muéstrale cosas, juguetes y pregúntale “¿qué es eso?”, si no responde puedes darle la respuesta. Dependiendo de cómo la da, puedes repetirla de forma correcta para no frustrarlo.
- Si tu niño(a) dice algo parecido a lo que usted reconozca como una palabra, o si dice una palabra de forma errónea, no lo(a) corrijas; repítela de la forma correcta varias veces usando varias oraciones para eso.
- Agrega información nueva a lo que tu niño(a) dice (por ejemplo; “tato”, “sí, el zapato rojo”).
- Al conversar y jugar con tu niño(a) realízale preguntas del tipo “Qué”, “Quién”, “Dónde” (por ejemplo; “¿dónde está la tortuga?, etc.). Ten atención de que entienda la pregunta y ayúdalo a responderla si él (ella) no puede espontáneamente.
- Coloca dos o tres objetos llamativos en diferentes lugares de la sala y dile donde se encuentra en referencia a dónde está el niño (ej.: la pelota está lejos; la muñeca está cerca, etc.).
- Siéntate frente a tu niño(a) a una altura que queden frente a frente. Manipula objetos diferentes con propiedades diferentes del tipo: • Chico-Grande • Largo-Corto • Duro-Blando.
- Haz oraciones con esos objetos, juntando un artículo (un, una, el, la, etc.), el objeto y el adjetivo (ej.: el conejo blanco, etc.) Luego puedes darle órdenes con dichas oraciones “dame el conejo blanco”.
- Selecciona varios objetos y realiza acciones que relacionen unos objetos con otros. Entre ellos pueden ser: un muñeco y un caballo, una muñeca y una escoba, un muñeco y un teléfono de juguete, entre otros ejemplos. Verbaliza cada una de las acciones.
- Selecciona varios objetos y cámbialos de lugar. Por ejemplo: poner un animalito afuera y adentro de un corral (verbalizando la acción: el animal está afuera del corral, ahora está adentro del corral), una pelota afuera y adentro de una caja, una muñeca arriba y abajo de una silla, etc.
- Dale órdenes a tu niño(a). Estas órdenes deben estar relacionadas con un objeto “ponte los zapatos, por favor”, “dame la polera, por favor”, “quítate los calcetines, por favor”. Cuando tu niño(a) lo logre, pídele realizar las mismas acciones y otra más “ponte los zapatos y ven por favor”. Luego puedes relacionar dos acciones con dos objetos, pero que estén relacionadas “trae la pelota y déjala en la caja por favor”.
- Luego da 2 órdenes con objetos y que no estén relacionadas “dame la pelota y ponte el polerón, por favor”. Siempre debe incentivar a su niño(a) a hacer estas acciones, animándolo(a) y felicitándolo(a) al realizarlas. No olvides ayudarlo(a) si no puede o tiene dificultades.
- Siéntate junto a tu niño(a) y muéstrale libros de cuentos para su edad con figuras claras, coloridas y de fácil identificación y nómbrale los objetos familiares para él/ella que puedan aparecer en estas. Luego pregúntale sobre los objetos y personajes y comienza a narrarle la historia (por ej.: “¿qué es eso?”, “¿quién es él?, etc.), durante el tiempo que atienda. También narra la historia con distintas voces para los personajes, marcando muy bien la entonación en cada parte, para hacerla más notoria. Realízale preguntas simples a tu niño(a) como las antes citadas u otras como “¿qué pasó?”, “¿qué hicieron?”, etc.
El lenguaje es algo que estimulamos desde que nuestro bebé está en nuestro vientre, esto hace que sea una de las áreas en las que se avanza más rápido por su uso frecuente.
Mg. Ps. Leslie Salgado Viñals
Directora Jardín Infantil Upita y Jardín Infantil Cangurito
Chile Crece Contigo, Gobierno de Chile: http://www.crececontigo.gob.cl/tema/fomentando-el-lenguaje/