Importancia del período preescolar

Lo único que le podemos dejar a nuestros hijos es la educación

Es una frase que más de alguno le escuchó decir a sus padres. Y la realidad, es que es totalmente cierta.
Muchas familias en una primera instancia, ven con angustia el ingreso de sus hijos a la sala cuna o al jardín infantil, sin embargo, si el lugar es correctamente escogido, puede resultar ser uno de los primeros grandes regalos que les podemos hacer.

La neurociencia ha descubierto que los primeros años de edad, es una etapa de enorme plasticidad cerebral. Es de tal magnitud la evolución que presentan los niños a nivel cognitivo, que un niño estimulado adecuadamente, es decir, uno que asiste al sistema escolar, tiene más probabilidades de incorporar un mayor número de competencias y habilidades que otro que no asiste a la sala cuna o al jardín infantil.

Dentro de las riquezas de este periodo, se fundan las competencias socioemocionales, que contribuyen a establecer la personalidad y sus diversas características, las que muy probablemente se mantendrán en la adultez.

Un ejemplo de esto es: la pasividad versus la creatividad; la autonomía versus la dependencia; la confianza versus la desconfianza ¡que importante es esto! ¿verdad?

Dado lo anterior y con la evidencia aportada por la neurociencia, podemos afirmar que los primeros seis años de vida, son un periodo determinante en la integración de aprendizajes en los niños, donde la familia debe estar consciente que lo que no se hace (o se hace en forma deficiente) resultará difícil de compensar en un futuro.

Para la adquisición de cualquier aprendizaje debe haber un clima afectivo que entregue contención y confianza. Ahora, corresponde preguntarse:

¿Cuál es la herencia del período preescolar?
  • La base de la identidad y el relato acerca de sí mismo. Si la imagen personal es positiva, la infancia será la herencia enriquecedora en la vida adulta; si no lo es, será un peso del que le será muy difícil liberarse en el futuro.
  • Se adquiere el lenguaje, proceso de gran importancia del ser humano, ya que de él depende el buen funcionamiento de otras áreas como la cognitiva, socioemocional que llevan consigo la autorregulación de las conductas, dado que es el medio por el cual desarrollamos nuestro pensamiento e inteligencia.
  • Las actitudes y valores como: la empatía, la colaboración, la autorregulación, responsabilidad, la generosidad, entre muchas otras.
  • La capacidad de razonar. Esta facilitará la comprensión del mundo y la resolución de problemas. Además, permitirá comprender las emociones y es el vehículo fundamental para la interacción social, para el establecimiento de relaciones sociales y el desarrollo de la afectividad.
  • La creatividad. Es una de las formas en que los niños descubren cómo se adquiere el conocimiento.

El ingreso de tus hijos a la sala cuna o jardín infantil en una edad temprana, en ningún caso será algo negativo, muy por el contrario. Solo debes escoger con calma el lugar, lo que incluye principalmente:

  1. Conocer su proyecto educativo
  2. Forma de comunicación entre la institución, los padres y madres.
  3. Política de puertas abiertas, idealmente cámaras en tiempo real, dado que son las reales puertas abiertas.
  4. Protocolos claros. Por ejemplo: en caso de accidente, terremoto, abuso sexual.
  5. Pedir referencias a miembros de la comunidad, es decir, padres y madres de los distintos niveles.
  6. Preguntar sobre los requisitos de ingreso del personal que labora en el lugar. Por ejemplo, vale preguntar si les hacen pruebas psicológicas.
  7. Revisar en detalle la infraestructura, tener en cuenta los metros cuadrados por niño (2,5 m. en sala cuna y 1,1 m. jardín infantil), medios de seguridad (extintores, tobogán, salidas de emergencia, etc.), patio, baños, cocina.
  8. Alegría y calidez que puedas notar durante todas las interacciones que tengas en el lugar.

Mg. Ps. Leslie Salgado Viñals
Directora Jardín Infantil Upita y Jardín Infantil Cangurito

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